
Bogotá Afrodita
¿Cómo y porqué comenzó La Fulminante?
Empecé en el 2010 haciendo videos y exploraciones. Comencé con una página web desde el 2011. Vengo de un trabajo con organizaciones populares donde mi aporte era divulgar ideas, denuncias y cierto tipo de información que no circula en canales del monopolio. La fulminante viene de ahí, es una herramienta que divulga una voz oprimida.
¿Lo que tú haces es porno?
Lo que hago se llama posporno. Es una especie de nuevo porno. Tiene que ver con el hecho de usar el mismo lenguaje con otra finalidad. Los grupos feministas lo emplean como un medio para reivindicar el papel de la mujer. El porno tiene unos códigos muy claros que son alienantes y tienen que ver con unas perspectivas muy machistas. A diferencia del porno esto no se dirige a complacer. Todo lo contrario, esta dirigido a abofetear, a abrazar, a abrir los ojos. No introduce una mujer dócil, no es ¨tómame, soy tuya estoy hecha para tu placer¨, es más bien un ¨abre losojos y mira¨. No soy una muñeca hinchable, si no todo lo contrario, un monstruo. Para mí el porno es más explicito que lo que hago, pero uso elementos similares como las poses, la actitud, la forma en como me dirijo a la cámara.
Nos dices que en tu página te expresas mediante performance. Cuéntanos ¿Qué es esto?
Hay muchas maneras de ver el performance. Para alguien puede ser un ritual, para otros una cosa consigo mismos, para mí es un acto que detona, que irrumpe en la realidad y no está vinculado sólo a la escena del arte. Es un contacto íntimo con alguien. Una mujer semidesnuda en una pantalla de video, que no soy yo, es un espectro. Aparece de repente en la calle, en la pantalla. Sucede algo que te altera la cotidianeidad y te sorprende llamando tu atención.
Entonces ¿quién es esa Fulminante que aparece en tu trabajo?
La fulminante no existe. Es un espectro, es algo que no es una mujer. No tiene vida, tiene nombre pero no tiene personalidad, no tiene una historia detrás. No es un personaje construido como en las obras de teatro. Sólo tiene un sentimiento primordial. Está enojada con el sistema, con el mundo y ama profundamente la vida, por eso tiene rabia. Odia pensar en toda esta porquería que sucede con las personas. La opresión, la explotación, el imperialismo.
Es agresiva, grotesca, nada complaciente. Ella pretende reinventar los códigos, unos elementos que están ahí en la realidad. Los coge, se los apropia y los presenta desde otra perspectiva. Son improvisaciones que se convierten después en videos. Tiene una peluca rubia, con un pelo liso. Es un cliché de belleza. Yo soy crespa, morena y soy pueblo, ella es todo lo contrario. Aquí lo bonito se volvió lo opuesto. Mona, lisa, flaca, sexy, dócil. Esta distorsión me permite hacer una improvisación más suelta, más delirante. Es como una posesión, como un momento donde me transformo.
¿Cómo presenta la Fulmi estos códigos en su performance?
La Fulminante disloca esa imagen de docilidad. Esa actitud que tiene que ver con el sometimiento de las mujeres, con el hecho de que tenemos que ser buenas, bonitas y gustarle a los hombres. Juega con unos códigos que están hechos para someter, pero empleándolos contra el sistema que los invento. Es por un lado seductora, pero al mismo tiempo súper cochina. Es como la realidad, que tiene muchas perspectivas.
Se contrapone a esta imagen de mujer porque aunque por su apariencia parece que encaja dentro del modelo, esta jugando con eso. Accede a disfrazarse, pero realmente desarticula esa realidad y quiere transformarla. Está hablándole a la cámara como en el porno. La mujer que mira a la cámara mientras se la están ¨culiando¨ se usa mucho. Esta hablándole a ese de allá, a ese consumidor que esta al otro lado para transmitirle su descontento. Yo te hablo a ti, estoy medio desnuda frente a ti pero no te conozco y tú no sabes quien soy yo. Es ahí donde se crea una relación muy íntima, una relación de excitación. Siempre es inquietante ver a una mujer semidesnuda. Provoca nerviosismo, deseo de mirar más.
¿Por qué elegiste internet y videos?
Muchas veces la gente se queja de la dificultad del acceso al mundo del arte, pero no necesitas de una galería para su exposición. En las galerías la gente va a hacer vida social y no a ver el arte. Me puse a pensar ¨¿Cómo poner a circular una obra y que la gente lo vea?¨ Se me ocurrió internet. No se sabe quien hace el material que subes. Pones a circular una pieza y ya es algo que está fuera de ti. Pierde relevancia quien lo hace, está ahí y ya funciona por si misma en el espacio virtual.
¿La Fulminante logra crear un vínculo especial con los espectadores que le facilita transmitir su opinión?
La gente ya esta cansada de oír y ver al filósofo durísimo hablando del imperialismo. A mucha gente ya no le interesa. En cambio mi material le llega a alguien y dice ¨¿esto qué es?¨ y se desaparece el prejuicio de no querer oír. Es más desprevenido, entonces es mas fácil llegarle a gente joven, adolescentes, policías, o sicarios.
El problema es que no he tenido el impacto que esperé. Pensé que iba a ser más viral. A la gente le da vergüenza abrir la página. En cambio yo creo que ese contacto directo es muy bonito. Esa intimidad, el momento del consumidor de porno cuando se sienta a ver la pantalla y se masturba. Se supone que esta viendo algo que esta mal, pero al mismo tiempo le intriga y le gusta.
Mi trabajo se parece a una relación como de hotcam. Un alguien está al otro lado provocándote, pero no te provoca excitación, sino preguntas. Es dejar un resonando, la curiosidad de saber más.
¿Se han ganado algún reconocimiento por la página?
Nos ganamos un premio del Ministerio de Cultura en categoría de arte web. Fue muy bueno porque me gané un dinero, pero mi objetivo no era este, no es ganar reconocimiento si no abrir los ojos a una realidad latente.
LA FULMINANTE: PROTAGONISTA DEL POSPORNO BOGOTANO
Por: María De Bedout
Nadia Granados, artista de performance personifica a La ¨Fulminante¨. Mediante el género del posporno se apodera de los códigos de conducta tradicionales y emplea imágenes eróticas y grotescas para sorprender a sus observadores con un controversial discurso anticapitalista